El milagro del agua convertida en vino: entendimiento espiritual

Al igual que en el milagro de la multiplicación de los panes y los peces todos los elementos del pasaje en el que El Señor Jesucristo transforma el agua en vino –incluso los números que ahí aparecen– preservan un significado simbólico. A continuación examinamos el significado de cada elemento del milagro para conocer cuál es el Mensaje Divino que habita ahí.

Contexto: las bodas de Caná

“Al tercer día se hicieron unas bodas en Caná de Galilea; y estaba allí la madre de Jesús. Y fueron también invitados a las bodas Jesús y sus discípulos”. Juan 2:1-2

Para los israelitas, el vino era un elemento infaltable en las ceremonias nupciales. El vino en una boda simbolizaba alegría, medicina, consuelo y abundancia en el futuro.

“Y faltando el vino, la madre de Jesús le dijo: No tienen vino”. Juan 2:3

Antes de realizar un milagro por mano de otros, vemos al Señor Jesucristo haciendo preguntas desafiantes, cuya contestación necesariamente debía llevar a la conclusión de que humanamente hablando se hallaban ante la imposibilidad:

“Jesús le dijo: ¿Qué tienes conmigo, mujer? Aún no ha venido mi hora”. Juan 2:4

Así, también vemos a Felipe, contestando que no tenían fondos para comprar pan para tantos; y a Pedro confesando que no había un solo pez donde habían estado pescando infructuosamente toda la noche. Todos estos pasajes se asemejan en el reflejo de situaciones a punto de volverse desesperadas:

“¿Dónde compraremos pan para tantos?” Juan 6:5

“¿Han pescado algo?” Juan 21:5

Las 6 tinajas de piedra

“Y estaban allí seis tinajas de piedra para agua, conforme al rito de la purificación de los judíos…” Juan 2:6

Los fariseos habían establecido la tradición de lavarse las manos antes de comer. Muchos de los ritos que los fariseos exigían se cumplieran no eran ordenamientos expresados en la Escritura, pero exigían se llevaran a cabo como si lo fueran:

“Y vieron que algunos de sus discípulos comían pan con manos impuras, es decir, sin habérselas lavado. (Los fariseos, y todos los judíos, viven aferrados a la tradición de los ancianos, de modo que, si no se lavan las manos muchas veces, no comen. Cuando vuelven del mercado, no comen si antes no se lavan. Y conservan también muchas otras tradiciones, como el lavar los vasos en que beben, los jarros, los utensilios de metal, y las camas)”. Marcos 7:2-4

“Ciertos escribas y fariseos de Jerusalén se acercaron entonces a Jesús, y le preguntaron: ¿Por qué tus discípulos quebrantan la tradición de los ancianos? ¡No se lavan las manos cuando comen pan! Él les respondió: ¿Por qué también ustedes quebrantan el mandamiento de Dios por causa de su tradición?” Mateo 15:1-3

El número 6

Este número representa lo humano, porque al sexto día Dios creó al hombre.

“Y creó Dios al hombre a su imagen, a imagen de Dios lo creó; varón y hembra los creó […] Y vio Dios todo lo que había hecho, y he aquí que era bueno en gran manera. Y fue la tarde y la mañana el día sexto”. Génesis 1:27-31

“Aquí hay sabiduría. El que tiene entendimiento, cuente el número de la bestia, pues es número de hombre. Y su número es seiscientos sesenta y seis”. Apocalipsis 13:18

Tinajas

Al ser los implementos para efectuar un rito simbolizan la religión. Las tinajas mediante las cuales el pueblo cumplía con el ritual impuesto por los fariseos representan el esfuerzo humano por agradar a Dios mediante ritos y rituales, es decir, mediante la religión.

Piedra

Representa la inflexibilidad y la impermeabilidad. Las tablas de Moisés eran de piedra y así también lo es el corazón religioso que está endurecido (Ezequiel 11:9 / Marcos 6:52) y por tanto se ha vuelto impermeable al Espíritu de Dios. La piedra simboliza el corazón endurecido por la tradición religiosa.

Agua

El agua pura de lluvia simboliza la limpieza del Espíritu de Dios, sin embargo, con el tiempo el agua al permanecer estancada pierde su pureza.

En su conjunto el milagro comunica un Mensaje claro para el que lo quiera entender: las seis tinajas de piedra representan en sentido estricto al judaísmo, pero en un sentido amplio también representan a cualquier estructura religiosa que asfixia toda expresión de espiritualidad.

Las seis tinajas de piedra son el esfuerzo humano, insuficiente e imperfecto por relacionarse con Dios mediante la religión.

Los números 2 y 3

El pasaje describe que la medida de cada tinaja correspondía a dos o tres cántaros:

“En cada una de las cuales cabían dos o tres cántaros”. Juan 2:6

Lo cual concuerda con este otro pasaje:

“Porque donde dos o tres se reúnen en mi nombre, allí estoy yo, en medio de ellos”. Mateo 18:20

Así que los cántaros se refieren a los seguidores de Jesucristo.

“Jesús les dijo: Llenad estas tinajas de agua…” Juan 2:7

La medida de cada cántaro es aproximadamente entre 100 y 115 litros. Las tinajas eran lo que nosotros modernamente conocemos como cisternas (siglos atrás se les llamaba aljibes).

No debemos perder de vista la época y el lugar donde sucedieron estas cosas. Hoy día llenamos un recipiente del tamaño que sea con un mínimo esfuerzo, pero para los actores de este pasaje, no era cualquier cosa ir a sacar agua para llenar esas tinajas.

Requería de un arduo esfuerzo y tiempo para cumplir la orden que les acababan de dar. Sin embargo los sirvientes nunca se cuestionaron sobre el sentido o la utilidad de lo que se les había mandado hacer. Es justamente esta obediencia la que obró el milagro:

“…Y las llenaron hasta arriba”. Juan 2:7

Como podemos constatar en otros pasajes, antes de obrar milagros por manos de terceros Jesús daba una orden sencilla pero aparentemente sin sentido o utilidad:

“Haced recostar a la gente”. Juan 6:10

“Tiren la red a la derecha”. Juan 21:6

Esos sirvientes no solo obedecieron puntualmente sino que lo hicieron con esmero. Por supuesto ellos no sabían que esa agua se iba a convertir en vino:

“Entonces les dijo: Sacad ahora, y llevadlo al maestresala. Y se lo llevaron. Cuando el maestresala probó el agua hecha vino, sin saber él de dónde era, aunque lo sabían los sirvientes que habían sacado el agua, llamó al esposo, y le dijo: Todo hombre sirve primero el buen vino, y cuando ya han bebido mucho, entonces el inferior; mas tú has reservado el buen vino hasta ahora”. Juan 2:8-10

Para los antiguos la sangre era la vida interior de todo ser (Génesis 9:4), su espíritu. El vino nuevo simboliza la Sangre de nuestro Señor Jesucristo, su Espíritu Santo (Hebreos 12:24).

Así, el vino que se terminó en plena fiesta representa todo lo que nos da a alegría, salud, consuelo o abundancia en este mundo, pero no es perdurable. Por el contrario el vino nuevo, que es mejor, es el símbolo de El Espíritu Santo, que nos dará alegría, vida, consuelo y abundancia de forma abundante y por toda la eternidad.

El Mensaje Divino del milagro del agua convertida en vino

El Mensaje concreto de este milagro apunta hacia la religión del pueblo de Dios que se transforma en fe por medio del Poder del Espíritu Santo, todo lo cual resulta en la vida eterna.

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Parábolas y milagros de Jesucristo y su significado espiritual

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