Sobre el sello de Salomón

Desde España, Juan me hace una interesante pregunta acerca de la publicación en la que hablo sobre el sello de Salomón (del hebreo Shlomoh o Shlomó):

Asunto: «Marca de Shlomoh»

Cuerpo del mensaje:

«Permítame felicitarle por haber recorrido parte del camino acerca de la marca de Shlomoh. Me resulta agradable encontrarme con alguien que ha llegado a tal conclusión.

¿No se pregunta a veces si hace lo correcto publicando en internet, que a fin de cuentas es la corona del mundo actual? ¿No se plantea que quizá esté revelando algo que solo el Salvador puede revelar mediante inspiración o por revelación angélica?

Permítame agradecerle sus comentarios acerca de los animales impuros. Es un tema sobre el que se podría escribir mucho más, pero lo encuentro bastante bien orientado.

No den lo santo a los perros, ni echen sus perlas delante de los cerdos, no sea que las huellen con sus patas, y volviéndose los despedacen a ustedes. (Mateo 7,6)»

Juan, reciba un fraternal abrazo hasta España. Agradezco y valoro enormemente sus comentarios.

Entiendo perfectamente bien que se trata de información sumamente delicada. Créame que pasé años de insomnio haciéndome esa misma pregunta: ¿Haré bien en publicar este estudio en Internet?

Completé La Marca de la Bestia en el año 2005. Debido al temor de que esa información fuera usada por grupos de odio (a los cuales aborrezco con toda mi alma) en un principio decidí que solo sería para mis hijos, pero fue recién que finalmente tomé la determinación de ponerlo a disposición del público mediante esta mi página.

“Lo que les digo en privado, díganlo en público; y lo que oyen al oído, proclámenlo desde las azoteas”. Mateo 10:27 RVA

Por supuesto que con ello al documento también tendrán acceso personas que no lo aprecien e incluso otras que intentarán destruirlo (y tal vez a mí con él). Pero a fin de cuentas mi intención ha sido el librarme de tener algo que no me pertenece, sino que solo me ha sido confiado con la responsabilidad de preservarlo.

Y no encontré una forma mejor de preservar ese documento que publicarlo, así, en caso de que yo desaparezca el escrito no se perderá conmigo, porque otras y otros lo habrán guardado.

En cuanto a los comentarios del capítulo Los animales prohibidos en la Biblia perteneciente a la serie Los alimentos en la Biblia y su significado espiritual nuevamente le doy la razón, ¡es un tema inagotable! Se ha usted percatado muy bien que la finalidad de ese estudio es el servir de pie para que otras y otros indaguen y hagan por cuenta propia sus aportaciones, no solo en cuanto a los alimentos prohibidos de la ley de Moisés, sino a toda la liturgia concerniente al Primer Pacto.

Que El Señor le siga bendiciendo y prospere todos sus proyectos.

Sinceramente:

Su hermano, Samuel B.